Una mujer recupera la voz después de 18 años gracias a un revolucionario implante cerebral con IA

Ann, una mujer de 47 años que quedó cuadripléjica y sin habla tras un accidente cerebrovascular (ACV) a los 30, ha logrado comunicarse verbalmente nuevamente gracias a un implante cerebral pionero combinado con inteligencia artificial. Este avance, desarrollado por equipos de las universidades de California en Berkeley y San Francisco (UCSF), representa un salto monumental en el campo de las interfaces cerebro-computadora (BCI) y ofrece esperanza a millones de personas con parálisis o condiciones que limitan el habla.

Cómo funciona la neuroprótesis que devolvió la voz a Ann

El sistema consta de una delgada lámina con 253 electrodos implantada en la corteza cerebral de Ann, capaz de registrar la actividad de miles de neuronas. Estos patrones cerebrales se transmiten a un algoritmo de IA entrenado para decodificar sus pensamientos y convertirlos en palabras habladas mediante una voz sintética que replica su tono original, recreado a partir de grabaciones de su boda.

A diferencia de tecnologías anteriores, que requerían que los usuarios deletrearan palabras lentamente o generaban frases completas con retrasos significativos, este dispositivo opera en tiempo casi real:

  • Decodifica las señales cerebrales en solo 3 segundos.
  • Alcanza una velocidad de 47 a 90 palabras por minuto (frente a las 160 de una conversación normal).
  • Permite una comunicación fluida, reduciendo la frustración y el aislamiento típicos de sistemas más lentos.

«Es como darle a Alexa o Siri la capacidad de leer la mente», explicó Gopala Anumanchipalli, coinvestigador del estudio publicado en Nature Neuroscience.

La foto difundida por los

Para enseñar al sistema a interpretar las intenciones de habla de Ann, los investigadores utilizaron dos métodos:

  1. Frases guiadas: Ann leía mentalmente oraciones como «Hola, ¿cómo estás?» mientras el dispositivo registraba su actividad cerebral.
  2. Vocabulario amplio: Trabajó con un conjunto de 1,024 palabras, permitiendo al algoritmo reconocer patrones asociados a términos comunes.

El resultado fue una voz artificial que no solo suena natural, sino que también preserva la identidad vocal de Ann, un detalle emocionalmente crucial.

Limitaciones y futuro de la tecnología

Aunque el avance es prometedor, aún hay desafíos:

  • Velocidad: El sistema actual es más lento que el habla promedio.
  • Expresividad: Los investigadores buscan incorporar matices emocionales (tono, volumen) para hacer la voz más humana.
  • Accesibilidad: El implante requiere cirugía cerebral, pero el equipo explora opciones menos invasivas.

Edward Chang, neurocirujano de la UCSF, destacó que con más sensores y mejoras en el procesamiento de señales, la tecnología podría evolucionar para ayudar a pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), parálisis cerebral u otras condiciones.

Para Ann, este avance significa más que palabras: es la recuperación de su autonomía. «Antes, necesitaba 20 segundos para emitir una frase con dispositivos asistidos. Ahora puedo ‘hablar’ casi al ritmo de una conversación», compartió mediante el sistema.

Este logro no solo transforma vidas individuales, sino que redefine las posibilidades de la medicina regenerativa y la inteligencia artificial aplicada a la salud. Mientras los investigadores trabajan en perfeccionar la tecnología, casos como el de Ann iluminan un futuro donde las barreras físicas ya no silenciarán las voces.

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